Civilization IV: Warlords

Sid Meier nos presenta a sus “Señores de la guerra”. Con esta nueva versión encontraremos nuevas maravillas, acciones diplomáticas, unidades y escenarios. Y sobre todo, la nueva unidad, los Señores de la Guerra, que otorgan su nombre al juego y que añaden mayores opciones estratégicas y ofrecen la posibilidad de convertirnos en los líderes más emblemáticos de la historia militar.

Jugabilidad

Pese a no presentar cambios muy espectaculares que revolucionen la forma de jugar, Warlords, como expansión que se precia, añade a su repertorio un sinfín de opciones que contribuirán a alargar la vida útil de nuestro juego.



Innovación
En cuanto a unidades y edificios, defrauda que sólo se hayan diseñado dos unidades militares nuevas y otros tantos edificios: el trabuquete y el trirreme por una parte y el establo junto al monumento por otra, aunque esta cifra se reduce aún más si tenemos en cuenta que el monumento sustituye al obelisco, cumpliendo las mismas funciones que este último.
Donde sí han dado la talla los de Firaxis, al menos de manera suficiente, es en las nuevas maravillas: La Gran Muralla (que rodea totalmente nuestro reino, protegiéndonos), que echábamos de menos en “Civilization IV”, el Templo de Artemisa y La Universidad de Sankore. También en civilizaciones se han esmerado y han mejorado notablemente la versión anterior.

Warlords
Nos vamos a encontrar una nueva unidad especial que aparece con la adquisición de puntos de experiencia que obtenemos de nuestras batallas: el gran general. De este modo, si queremos contar entre nuestras filas un buen número de Señores de la Guerra, debemos esforzarnos en pelear y batallar, cuanto más, mejor. Os preguntareis: ¿Para qué sirven estas unidades? Pues bien, tienen 3 funciones:
- Urbana: si dejamos a nuestro Gran General en una urbe, se convertirá en Gran Instructor Militar, y otorgará mayor experiencia a las unidades allí creadas.
- Reclutadora: si construye una Academia Militar, las unidades militares en la ciudad se crearán a mayor velocidad.
- Militar: si se une a una unidad cualquiera, aumentará sensiblemente sus puntos de experiencia, haciéndola más resistente en la batalla.



Diplomacia
Aparece el vasallaje entre reinos, pudiendo un reino, antes de quedar destruido por completo, rendirse y convertirse en tu protectorado. De él podrás reclamar recursos (aunque te los podrán negar), además de poder transitar libremente por su territorio y obtener una velocidad de curación de tus tropas igual a la de tu propio reino. Así mismo, tendrá la obligación de ir a la guerra contigo en cualquier disputa, y no podrá declara la guerra a otros reinos. Por contra, y como principal inconveniente, el coste de mantenmiento de tus ciudades aumentará, debilitando tu economía.
También existe la opción de obtener un estado vasallo mediante un pacto de vasallaje que durará 10 turnos y que tan sólo el estado vasallo puede romper.

Juego Online
Pese a los nuevos escenarios y funcionalidades, llegará el momento en que el jugador deseará ampliar sus miras y luchar con otros líderes humanos, por lo que gracias al multijugador y al, esta vez sí, Pitboss, podremos hacerlo de manera rápida y fácil. Recordamos que gracias a Pitboss podremos proseguir esas casi interminables partidas por Internet incluso cuando nuestros rivales se hayan marchado. Todo un acierto el haberlo incluido directamente para esta expansión.

Gráficos

Debido a que el motor gráfico no ha sido modificado, apenas hay alguna variación respecto a la anterior edición, quizá alguna animación nueva en las unidades, o la imponencia de la ya mentada gran muralla. De todas formas, el nivel gráfico de este juego es, sin duda alguna, más que suficiente para los acostumbrados a Civilizations.

Música & Sonido

Sigue siendo uno de los puntos débiles del producto. Pese a que la música en “Civilization” es un componente meramente decorativo, tras varias horas forjando un imperio a golpe de ratón se echa en falta una música, que te impulse a continuar media hora más.